Alex salió de la cama el viernes por la mañana, todavía aturdido y un poco tierno por la invasión nocturna de Sam. Volvió a pensar en la terrible experiencia y se dio cuenta de que era una de las noches más divertidas que había tenido en mucho tiempo. Al contemplar sus inhibiciones debilitantes en torno al sexo opuesto, Alex reconoció el efecto que el entrenamiento de Carrie estaba teniendo sobre él. Se estaba volviendo cómodamente proactivo en su búsqueda del coño. Alex tenía la casa para él solo mientras preparaba un desayuno sencillo en la cocina. Casey regresaría en la tarde después de su último día de escuela secundaria, y Lily no regresaría hasta el lunes. Estaba pasando el fin de semana en la casa del lago de la familia de Sam. Estaba eufórico por la evolución de su relación con las dos chicas. Quería a su hermana menor, Casey, más que nunca y estaba en las primeras etapas de la reconstrucción de un parentesco con su hermano mayor. Su teléfono sonó en el mostrador. Era Carrie llamando. Él contestó con un "Hola". "Hola, hombrecito", dijo Carrie, adoptando lo que alguna vez fue un golpe para su pequeña estatura como su término de cariño para Alex. Ya no le importaba. "Lo hiciste bien anoche. Tu hermana y yo tuvimos una larga conversación después de que te fuiste, parece más feliz de lo que he visto en mucho tiempo. Y por los sonidos que escuché venir de tu habitación, diría que también has mejorado El estado de ánimo de Sam ". "Nos divertimos un poco. Está llena de sorpresas", dijo Alex cuando una joya rosa en forma de corazón apareció en su mente. "En verdad lo es", dijo Carrie. "¿Recibiste el enlace que envié hace un par de días?" "Esperando una entrega hoy", dijo, sonriendo a su teléfono. "Excelente, no puedo esperar para ver lo que compraste", dijo Carrie. "Entonces, me iré unos días y no quería dejarte sin una tarea".
rodrigolascivo free live sex video "Me preguntaba sobre eso", dijo Alex con anticipación. "Casey tiene una fiesta, ¿verdad? ¿Cuántos de sus amigos vendrán?" "Ella me dijo tres. La hermana de Ben, Megan, y un par de chicas que nunca conocí", respondió Alex, gustando a dónde iba esto. "Muy bien, entonces quiero que recibas una mamada de cada uno de ellos. Y tienes que aparecer en sus caras. ¿Estás bien, hombrecito?" Alex estaba seguro de que solo había una respuesta correcta a esa pregunta. "Claro, suena divertido. ¿Qué hay de Casey?" preguntó, sin saber cuál era la intención de Carrie con su hermana pequeña. "¿Te preocupa que te atrape? ¿O quieres involucrarla?" Carrie lo obligó a decidir a qué se refería. "No hay forma de mantenerlo en secreto, se sentiría excluida. Últimamente se ha acercado a mí bastante fuerte, y no puedo decir que no lo haya estado disfrutando", dijo Alex. "Muy bien, cuatro tratamientos faciales son. Buena suerte, aunque dudo que la necesites. Nos vemos la próxima semana", dijo Carrie. Su respuesta obviamente no la había sorprendido. "¡Adiós Carrie, diviértete! Y asegúrate de que Lily se divierta". "Sabes que lo haré", se rió Carrie. "Adiós, Alex". Alex colgó su teléfono y luego ordenó la cocina mientras contemplaba su nueva tarea. Sabía que tendría su trabajo hecho para él, independientemente de la confianza de Carrie. Megan y Casey no deberían ser un problema, pero no tenía idea de qué esperar de las otras dos chicas. Tendría que jugar tranquilo, algo que se estaba volviendo mucho más fácil ya que su mentor lo tomó bajo su ala. Sintiendo la necesidad de una ducha caliente, Alex subió al baño de arriba. Se desnudó frente al espejo y admiró su cuerpo alto y delgado. La natación lo mantenía en forma y le agregaba músculo a sus hombros y espalda ya anchos. Era larguirucho, con brazos y piernas largos, pero su figura se estaba llenando de edad y mucho trabajo duro en la piscina. Alex inspeccionó su paquete, estaba modestamente flácido y alfombrado en una alfombra de cabello rizado marrón oscuro. Recordando la sugerencia de Sam de la noche anterior, decidió prepararse un poco. Alex extendió una toalla en el suelo y agarró un par de tijeras eléctricas de debajo del fregadero. De pie sobre la toalla, recortó cautelosamente la mayor parte de su tupido cabello hasta un cuarto de pulgada. Al meterse en la ducha, Alex se ocupó primero de su rutina diaria, lavándose el cabello y el cuerpo. Salió del agua y se echó una espesa espuma de jabón en los pelos restantes. Usando una navaja de seguridad, se puso a trabajar arreglando sus áreas más sensibles. Primero fueron sus bolas y su eje, y luego recortó alrededor de su área púbica, llevándola desde los lados y la parte superior. La nueva ropa interior que compró sería reveladora y no quería que los pelos raídos arruinaran el efecto. Satisfecho, Alex se enjuagó, salió de la ducha y se secó. Limpió el resto de su desorden, escondiendo la toalla en el cesto y guardando las tijeras. Toda la atención especial lo excitó y cuando se volvió y miró al espejo no pudo evitar estar de acuerdo con Sam: ahora era aún más impresionante. Podía ver la base de su eje hasta los pliegues donde sobresalía de su cuerpo. Sus bolas ya no estaban camufladas, extendió la mano entre sus piernas y ahuecó su suavidad arrugada, saboreando la sensación de la piel que no había estado desnuda durante años. El co
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